
Los conejos son animales que en estado natural viven en madrigueras y esto les permite protegerse del frío en el invierno. Si tienes uno o varios conejos debes preocuparte que su conejera se encuentre protegida y sea un refugio efectivo contra el frío. La techumbre debe estar en buenas condiciones y debe estar lejos de corrientes de aire para que la mascota pueda resistir las bajas temperaturas.
Si bien, debemos cuidar a nuestro conejo del frío, no debemos olvidar la importancia del ejercicio. Debes sacarlo para que corra y se mueva dos veces al adía, por al menos 20 minutos. Escoge las horas más cálidas del día para darle este tiempo de recreación.
Los conejos tienen la capacidad de cambiar el pelaje en invierno y este se vuelve más grueso. Si tu conejo no está expuesto a temperaturas frías no cambiará el pelaje o su cambio será muy leve. Por último, recuerda que los conejos no hibernan a causa del frío, si lo notas más somnoliento o poco activo puede ser un síntoma de algo que no anda bien y debes recurrir a la ayuda de un especialista para que lo examine, ya que los conejos son animales muy activos.