
Por diferentes motivos, muchas familias deciden incorporar un nuevo integrante de cuatro patas. Ya sea para que acompañe a los niños o para alegrar la vida de los adultos.
Sin embargo, antes de recibir al nuevo integrante es necesario tener algunas consideraciones importantes y preparar el ambiente para recibirlo, de forma que la adaptación sea rápida y agradable para todos.
Esto se debe a que los perros que son separados tempranamente de su madre no son socializados por ella y pueden volverse tímidos o agresivos cuando son adultos.
Es muy común que al recibir o adoptar un cachorro no sepamos su edad, pero esta se puede calcular mediante el cambio de sus dientes de leche (o deciduos) a los permanentes.
Este proceso comienza cerca de las 6 semanas de vida con el cambio de los incisivos deciduos por los permanentes. Luego, entre las 12 o 16 semanas cambian los premolares y cerca del 5º mes comienzan a aparecer los caninos o colmillos definitivos que completan el recambio a los seis meses de vida. Los últimos en aparecer son los molares y esto ocurre entre el 7º y 8º mes de vida.
En conclusión, un cachorro debe tener a los 9 o 10 meses de vida todos sus dientes definitivos o permanentes sin presencia de dientes de leche.
Existen casos en los que podemos ver una doble corrida de dientes, lo que se conoce como “retención dentaria” y en este caso hay que recurrir a la ayuda del veterinario para que extraiga los dientes retenidos y así no acumule sarro dental.