
¿Sabías que a partir de los 11 años, tu gato podría sufrir al menos un síntoma de demencia? Y si tu minino ya está por lo 15 años, las probabilidades de sufrir demencia senil aumentan. Descubre cómo reconocer esta enfermedad más temprano que tarde.
Síntomas
#1. Desorientación. Puede ser muy evidente pero también sútil, casi imperceptible. Te darás cuenta cuando veas que ya no puede encontrar su arenero, su agua o comida, incluso podría sentarse a llorar o maulllar en la escalera o el baño.
#2. Cambia su trato con los humanos. Puede ser que pierda el gusto por las caricias, que no te dé el encuentro cuando entras a casa o que ni siquiera se pose sobre tu regazo cuando estés en el mueble. Estos cambios podrían sugerirte demencia.
#3. Alteraciones de sueño. Puede ser que se levante a mitad de la noche y empiece a maullar sin razón aparente, o que duerma mucho más durante el día que cuando cae el sol.
#4. Mala higiene. Un gato con demencia dejará de asearse como antes, incluso podría empezar a hacer sus necesidades fuera de su arenero.
#5. Cambio en su forma de ser. De pronto ya no es tan curioso como antes o pierde las ganas de jugar, asearse e incluso comer. También podría mostrarse más irritable con algunas costumbres que antes eran comunes en él.
Ten presente que la demencia en gatos no tiene cura y el deterioro de su estado será progresivo por lo que empeorará con el paso del tiempo. Acude a un médico y dale la mayor cantidad de detalles para hacer más tolerable su nuevo comportamiento.